#BreakTheBias: mujeres que rompen barreras y luchan por la igualdad
29 de marzo de 2022
En el marco del Mes de la Mujer, celebramos los logros de las mujeres que integran la comunidad educativa Siglo 21 y trabajan por una mayor equidad en sus ámbitos de influencia. Conocé algunas de sus historias.
En línea con la temática propuesta por International Women´s Day, #BreakTheBias, en Universidad Siglo 21 celebramos los logros sociales, económicos, culturales y políticos de las mujeres que integran nuestra comunidad educativa. Asimismo continuamos trabajando, a través de diferentes acciones, para dar cuenta de la existencia y combatir los sesgos, barreras y brechas a fin de que todas las personas accedan a los mismos derechos, recursos y oportunidades.
“Es tiempo de compromiso”, menciona la Rectora de Siglo 21, Mgter. María Belén Mendé, en su disertación con motivo del Encuentro Internacional Mujeres Líderes América. “Los estereotipos han contribuido a identificar espacios que las mujeres pueden y no pueden habitar, eso aumenta las brechas”, continúa diciendo y agrega: “Están plagados de barreras invisibles, de mandatos, de comportamientos, de decires, que tenemos que identificar y combatir con fuerza”.
Cabe recordar que, según UNESCO, sólo el 18 % de las universidades en el mundo tienen rectoras mujeres, en tanto que existen 20 países donde todos sus líderes universitarios son varones. Asimismo, en los directorios de las empresas y organizaciones, la participación de las mujeres en los órganos de decisión alcanza el 7 % a nivel mundial.
En nuestra institución son numerosas las experiencias de mujeres estudiantes, codocentes, docentes, egresadas e investigadoras que superaron diferentes brechas y hoy son referentes en sus ámbitos de acción. Es decir, rompieron las barreras de prejuicios, estereotipos y discriminación que aún se mantienen vigentes en la sociedad y desde su lugar de influencia trabajan por un mundo más justo e igualitario.
El derecho con perspectiva de género
*Mirna Lozano Bosch. Docente con amplia trayectoria en Derecho Laboral.
Las brechas de género a las que me enfrenté en mi carrera profesional fueron varias. Las más importantes son las que se identifican como ‘piso pegajoso’, ‘techo de cristal’ y ‘paredes de cristal’. Sobre todo porque en mí, coexistían dos profundos propósitos en un mismo tiempo biológico, por un lado expandirme profesionalmente en la carrera y por el otro lado formar una familia numerosa.
Los estereotipos pesan fuertemente en la imagen de mujer profesional ante situaciones de mucha exigencia y falta de sistemas de cuidados basados en la corresponsabilidad, que hacen que estas tareas recaigan en las mujeres e identidades feminizadas con mayor peso. Las mujeres soportamos más jornadas de trabajo que los varones, volvemos al hogar muchas veces para seguir trabajando.
Si bien hoy avanzamos en materia de género, nadie puede descuidar que los roles se imponen, que la desigualdad es estructural y que aún no existen mecanismos para aminorar las diferencias que existen con los varones en el camino de reconocimientos de carrera. Hoy existe una visibilización mayor de las conductas heteropatriarcales que limitan o encasillan nuestros roles sobre bases sexistas y también de las que normalizan barreras para la inclusión de las identidades disidentes, pero hace falta más.
En mi caso aporto desde el hacer diario en la divulgación de las problemáticas de género en el Derecho del trabajo, desde la academia y desde mi hacer social en diferentes organizaciones y proyectos. La perspectiva de género y la de los derechos sociales, importan un cambio paradigmático en el operador jurídico que debe leer en clave de género y de justicia social la realidad. El derecho debe ayudar a restablecer la desigualdad material y eliminar la desigualdad estructural que, como grupo vulnerable sufrimos mujeres, niñas e identidades feminizadas. En ese camino estamos, que nos encuentre juntas y trabajando.
Fomentar la diversidad y aprender de las diferencias
*Cynthia Mamani. Técnica en Aviónica, Mecánica de Aviones, Ingeniera en Software. Maestrando en Administración de empresas y cursando la carrera de Licenciatura en Matemática en Siglo 21. Es trilingüe, habla español, italiano e inglés.
Durante mi carrera laboral de casi 10 años, transité por diversas empresas tecnológicas. Me tocó formar parte de equipos integrados y liderados mayoritariamente por varones. No obstante no haber percibido un ambiente laboral que haya obstaculizado mi crecimiento, resulta necesario dejar claras algunas cuestiones, que entiendo son esenciales para evitar que los derechos y respeto debido sean vulnerados.
Para ello, constituí las siguientes acciones tendientes a generar una visión amplia y global de cada empresa, que permiten contextualizar la propia labor, maximizar la experiencia y hacer pública las capacidades personales: mantener, de manera permanente, una visión objetiva de mis capacidades; desarrollar una capacitación constante, tanto a nivel formal como informal; procurar la comprensión de las especificidades de los productos que se desarrollan, aún cuando excedan mis responsabilidades; colaborar con otros grupos de trabajo en la resolución de problemas, al margen de mis tareas; manifestar mis opiniones aún cuando no coincidan con las de la mayoría; tener presente que es posible alcanzar o superar estándares al margen del género.
En definitiva, presentar una actitud proactiva que me ha permitido, a menos de un año de haber entrado a Medallia, tener un equipo de 5 varones a cargo en donde fomentamos la diversidad y aprendemos de las diferencias. Entiendo que las mujeres abordamos la realidad con una visión sistémica, lo que nos permite interpretarla de una manera diferencial. Éste es un aspecto que deberíamos aprovechar más. No considero que la solución sea ser todos iguales, sino explotar aquellas condiciones que nos diferencian y nos permiten generar valor agregado a nuestro trabajo.
En las conferencias y entrevistas comparto mis experiencias y logros para que aquellas mujeres que crean que ésta es una carrera masculina, puedan sentirse inspiradas por mi testimonio a dar el primer paso en este rubro.
Abrir puertas y trabajar por mayor equidad
*Nadia Nasanovsky. Lic. en Relaciones Internacionales en Universidad Siglo 21. Periodista trilingüe (español, inglés, francés). Máster en Periodismo (La Nación/UTDT). Trabaja en fact-checking en la Agence France-Presse (AFP).
A lo largo de mi carrera tuve (y tengo) en su mayoría jefas mujeres, que ya habían abierto muchas puertas para las que veníamos detrás. Muy agradecida por ello. Pero no por ello fui ajena a la falta de equidad que se vive en muchos ámbitos: desde entrevistas laborales en las que me han preguntado con insistencia si estaba casada o si planeaba tener hijos, hasta entrevistados decepcionados porque los iba a entrevistar una mujer (y joven).
Hoy las mujeres llegamos lejos, pero para hacerlo debemos sortear muchos más obstáculos que nuestros pares varones y eso es lo que hay que cambiar. Mi pequeño granito de arena en esta lucha es hacer lo posible por consultar fuentes que sean mujeres para mis notas. Durante la pandemia, por ejemplo, traté de incluir las voces de científicas.
Otro punto importante en el periodismo, y en el mundo editorial en general, creo que es el hacer visible los problemas o temas que afectan a las mujeres, que dejen de estar relegados y que empiecen a ser tratados con rigurosidad y en publicaciones de alcance masivo.
Abrir cabezas y tocar corazones
*Victoria Amaya. Estudiante de la Tec. en Relaciones Laborales. Actualmente trabaja en el Banco Nación a partir de la Ley Nacional de Cupo Laboral Trans.
La Universidad me hizo conocer muchas personas y me abrió puertas a nivel laboral. A partir de la Ley de cupo laboral trans, el Estado se tiene que hacer cargo de las personas trans. Aún cuesta que se implemente en algunos sectores. A veces tenés que ir de la mano de alguna organización o asociación que te respalde como para que te quieran tomar, porque sino es bastante difícil.
En mi caso, me costó mucho la inserción laboral. Siempre me sentí mujer, terminé el secundario y me costó mucho acceder a un trabajo. Me fui de mi casa pensando que me iba a encontrar con otra realidad, con otro mundo, siendo libre, consiguiendo un trabajo y eso no fue así. Muchas cosas me fueron llevando a ejercer el trabajo sexual ya que no tuve otras posibilidades. Siendo una mujer transgénero, la brecha laboral fue muy fuerte.
Hoy puedo decir que hay muchas más posibilidades para los chicos y las chicas trans, hay mayor visibilidad de la causa, tenemos más derechos con la Ley de Identidad de Género y el cupo laboral trans. Yo lo que quería era trabajar porque me siento útil y entiendo que, sea lo que sea, el trabajo dignifica. Ahora con 30 años puedo decir que fue un camino muy difícil.
Todavía falta que se profundice la implementación de la educación sexual integral en las escuelas. Los niños son los más inteligentes, entonces cuando se los educa ya no es necesario dar tantas explicaciones, para que las nuevas generaciones la tengan más clara y no la hagan pasar mal a la gente del colectivo. A veces se trata de abrir cabezas y tocar los corazones de las personas quienes tienen que entender que nosotras también somos seres humanos con derechos.
“No hay libertad posible sin igualdad”
Basada en sus valores de Universidad laica, inclusiva, trascendente y democrática, Siglo 21 se define como una comunidad que forma, capacita y desarrolla ciudadanas y ciudadanos comprometidos y líderes emprendedores. Todas las acciones que se emprenden desde la institución en pos de la igualdad de género, están subordinadas a esa línea, ya que como señala la rectora María Belen Mendé, “No hay libertad posible sin igualdad. No hay democracia ni convivencia posible, sin mujeres”.