25 de noviembre - Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género

• Por Evangelina Pérez, Directora de la Licenciatura en Antropología Organizacional y de las Tecnicaturas en Promoción Comunitaria de la Niñez y la Adolescencia, y en Responsabilidad y Gestión Social

El 25 de noviembre de 1960, tres hermanas dominicanas (Patria, María Teresa y Minerva Mirabal), fervientes opositoras al régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), fueron brutalmente asesinadas por las fuerzas dictatoriales. Veinte años más tarde, en el Primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe, celebrado en Bogotá en 1981, se decidió reconocer a esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, proponiendo una jornada de reivindicación en memoria de las tres hermanas, conocidas popularmente como “las mariposas”. En 1999, la ONU dispuso que el 25 de noviembre sea una fecha para incentivar a gobiernos, organizaciones internacionales y no gubernamentales a realizar actividades dirigidas a sensibilizar sobre la violencia de género e impulsar políticas para su erradicación.

Las violencias por motivos de género son todas aquellas que se encuentran arraigadas en las asimetrías de poder existentes entre los diferentes géneros, las cuales son producto de desigualdades estructurales, como son las de clase, étnico-nacionales, etarias, entre otras. Las violencias por motivo de género no solo abarcan a la ejercida en contra de las mujeres, sino también a los crímenes de odio, y a toda forma de rechazo, discriminación y violencia por razones de género frecuentemente ejercida contra personas LGTBI+.

Existen al menos seis tipos de violencia de género: psicológica, física, sexual, económica, simbólica y política. Estas violencias no solo están presentes en el ámbito privado, como en el hogar, sino también en el ámbito público como por ejemplo las relaciones laborales en instituciones u organizaciones.

En la actualidad, frente a las cifras escalofriantes de feminicidios en Latinoamérica y en todo el mucho, sigue siendo urgente e indispensable la concientización y la reflexión sobre las violencias por motivos de género en todas sus formas. Las mismas no pueden ser abordadas como una cuestión de relaciones interpersonales, sino como un problema político. Esto implica la necesidad de un rol activo de los Estados y de todas las instituciones en el desarrollo y sostenibilidad de acciones de prevención y de erradicación de las violencias, a través de la implementación de planes y políticas inclusivas que incorporen la perspectiva de género de manera transversal.