Córdoba Rosa: diseño de una estudiante de Siglo 21 fue premiado en campaña de concientización sobre el cáncer de mama

Universidad Siglo 21 junto a la Universidad Provincial de Córdoba y la Metro, Escuela de Diseño y Comunicación Audiovisual se sumaron de manera articulada al concurso enmarcado en la campaña Córdoba Rosa, llevada a cabo con el fin de promover a la concientización sobre el cáncer de mama.

La propuesta contó con la organización de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC), la Fundación Amazonas, la Fundación Corazón de Mujer, el Centro Comunitario por Amor (CECOPAR), la Fundación Guapas y la Fundación Vanesa Durán.

Con orgullo, reconocemos la tarea de Paula quien impacta positivamente desde sus competencias en esta importante causa como lo es la concientización para la prevención y detección temprana del cáncer de mama y el acompañamiento a las mujeres en tratamiento.

Candelaria Urrere Pon, Dir. de la Lic. en Diseño de Indumentaria y Textil, y Fernanda Vincenti, Dir. de Lic. en Diseño Gráfico y Lic. en Publicidad, participaron también de la muestra y premiación llevada a cabo en el Museo de la Mujer, Córdoba.

La obra, en palabras de su autora

Nombre: Reinterpretación de una curvatura

Tema: Alegoría de un par de curvas. Decía Borges que la imagen de nuestras caras es esa vasta algarabía de líneas que se mueven dibujando nuestra vida. ¿Cuántas líneas forman nuestras caras y cuántas largas curvas nuestros cuerpos? ¿Y cómo cambian estos garabatos a través del tiempo?

¿Somos lo mismo si restamos algunas y qué pasa cuando los años suman otras? Las curvas se nos fueron dadas para caminar nuestros días, y líneas más, líneas menos, son materia prima, arcilla para construir nuestras vidas. Cuando una curva está comprometida… ¿cómo resignificamos nuestras vidas?

Descripción formal: La alegoría del cuerpo del sexo femenino se trató mediante el uso de líneas sólidas orgánicas. La simbología se potenció mediante la lectura dual que se puede hacer en simultáneo de los objetos gráficos centrales (descritos desde los extremos hasta el centro: las flores, símbolo de la creación, que a su vez se leen como glándulas mamarias; las olas y el océano en su centro, que se leen cómo órganos reproductores; y por último el lazo rosa).

La razón de los colores elegidos recae en que, aun siendo el rosa el color designado para representar el lazo del cáncer de mama, se buscó con intencionalidad que no sea el único color empleado. Sabiendo que, aunque la enfermedad afecta profundamente la vida de los padecientes, estas vidas no se “tiñen” por completo de ella, sino que se reescriben, con nuevas líneas y curvas, en las manos creadoras de personas luchadoras.