¿Por qué para la Educación Positiva son importantes las relaciones sanas?

Cultivar relaciones saludables es un pilar fundamental en la vida de las personas. Dentro de la educación, los vínculos contribuyen favorablemente a la creación de ecosistemas de bienestar.

Los seres humanos son seres sociales por naturaleza. En todos los ámbitos de la vida, el vínculo positivo con otros implica un pilar de apoyo, convivencia y protección que hace al entorno saludable de las personas. En el marco de la Educación Positiva, donde Siglo 21 sustenta la construcción de ecosistemas de bienestar, las relaciones sanas son un valor fundamental.

Según el modelo PERMA, sobre el cual se sustenta la Psicología Positiva, una de las variables más importantes del bienestar son las relaciones saludables, ya que es fomentando vínculos sanos la manera de favorecer de manera sustancial la construcción de la felicidad.

Además de mejorar la vida, las relaciones sanas implican el fortalecimiento de las habilidades personales. En un estudio elaborado en 2002 por los investigadores Daner y Seligman sobre una población de estudiantes de carreras de grado, se reveló que quienes se autopercibían felices contaban con relaciones sociales nutritivas, con parejas sólidas y, al mismo tiempo, con muchas relaciones sociales.

El estudio reveló además que las relaciones sociales eran un factor fundamental en el origen de las emociones positivas, con un impacto cotidiano en la vida de las personas y contra el efecto negativo que emerge cuando las relaciones se tornan complejas o dificultosas.

Desde los aportes de la Psicología Positiva, marco teórico de la Educación Positiva, la soledad es uno de los problemas de la actualidad más endémicos. Predispone a las personas a un estado de hipervigilancia, percibiendo amenazas sociales con mayor frecuencia, sentimientos de rechazo y procesos conductuales que condicionan las posibilidades de interactuar libremente.

Mejorar la comunicación para tener relaciones saludables

Trabajar en la forma de comunicarse para la construcción de relaciones saludables requiere de un aprendizaje y de un compromiso de los entornos donde se desarrollan los individuos, ya sea educativo o de cualquier índole. En este proceso, el ejercicio de la comunicación activa es fundamental, ya que comunicarse con otros hace a la construcción de vínculos sólidos, respetuosos y de compañerismo. En muchas ocasiones se originan ruidos en la comunicación que nos impiden conectarnos con los demás. Frente a esto es importante avanzar hacia una comunicación activa constructiva, donde las personas puedan profundizar y experimentar sensaciones agradables de intercambio y construcción común.

Desarrollar estas aptitudes dentro de la educación es parte del Ecosistema de Bienestar que tiene como objetivo Siglo 21. Bajo este modelo, se apunta a mejorar el desempeño académico de los estudiantes, fortalecer los vínculos sociales de toda la comunidad educativa e incentivar la permanencia en los estudios para lograr el mejor desarrollo individual y social posible.