Videojuegos y redes sociales: las nuevas adicciones
9 de diciembre de 2021
Daniel Lloret Irles, profesor e investigador de la Universidad Miguel Hernández de España, y especialista en adicciones sin sustancias, brindó un taller sobre esta problemática en el marco de la última edición de Open Lab.
Las adicciones sin sustancias están referidas a la ludopatía y videojuegos, principalmente, pero las redes sociales no escapan a este nuevo flagelo que aqueja a los más jóvenes.
Los seres humanos tenemos un sistema químico en el cerebro que nos premia o gratifica liberando mayor cantidad de dopamina cuando hacemos algo que nos gusta, cuando comemos o tenemos sexo, por ejemplo. Comúnmente conocida por ser la ‘hormona de la felicidad’, la dopamina es un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y transmite las señales entre las neuronas y no solo controla las respuestas mentales y emocionales, sino también las reacciones motoras. Las personas hemos logrado manipular estas reacciones y llevarlas más allá, introduciendo en nuestros cuerpos sustancias químicas como cocaína, heroína, etc., que generan una mayor cantidad de dopamina y, a su vez, mayor sensación de bienestar.
Existen, incluso, acciones que no implican el consumo de sustancias, como un like en redes sociales que puede producir pequeñas descargas de dopamina. En igual sentido, muchos likes producen una cantidad todavía mayor de este neurotransmisor que genera aún mayor bienestar. Una conducta normal que produce satisfacción o placer puede convertirse en patológica cuando su intensidad o frecuencia aumenta hasta alcanzar un nivel capaz de interferir en relaciones sociales, familiares y o laborales y se pierde la capacidad de regulación y control.
En relación a los videojuegos y juegos de apuesta, el especialista hace referencia a una creciente adicción por parte de los jóvenes: “En Europa, la última edición de la encuesta ESPAD (Encuesta Europea sobre Alcohol y otras Drogas) revela que un significativo porcentaje de adolescentes de 15 años pasan más de 5 horas diarias frente a diversas pantallas jugando a videojuegos o en las redes sociales.
“Esta cantidad de horas interfieren indiscutiblemente con la vida cotidiana, ya que compiten con actividades como estudiar, ir a la escuela, estar físicamente con los amigos, realizar otras aficiones y/o deportes, participar en las tareas de casa”, explica Lloret Irles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye en la última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11, según sus siglas en inglés) a los juegos de apuestas y a los videojuegos dentro del apartado de trastornos debidos a conductas adictivas. Ambos trastornos se caracterizan por un patrón de comportamiento persistente o recurrente que puede ser en línea o no; por falta de control de la conducta; aumento de la prioridad; mantenimiento a pesar de las consecuencias negativas y deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes.
Los videojuegos suelen ser parte de la etapa inicial de esta adicción (ludopatía). Aunque carezcan de ganancia económica, aportan esa sensación gratificante cada vez que se logra avanzar en los niveles del juego. “Existen mayores probabilidades de consumos y adicciones de sustancias cuando existe un consumo excesivo de videojuegos y redes sociales”, agrega el investigador.
Actualmente, el sector de desarrollo de videojuegos es el de mayor facturación a nivel mundial en relación cualquier otro producto de entretenimiento. “Hay que entender que esto es cuestión de I+D (investigación y desarrollo), y de ganar dinero y de reinvertir ese dinero para obtener mayores ganancias, entendiendo que algunas personas, quizás las más vulnerables, sufrirán las consecuencias. En tanto, el mercado ha crecido en su oferta más de 2.5 veces en una década y de 3.5 veces en juegos de realidad virtual”, señala el profesor en el marco de su taller en Open Lab.
En Argentina ya se están tramitando los permisos para que empresas de apuestas en línea, que facturan millones al año, empiecen a operar, de manera regulada, en territorio nacional. Según el académico español, desde que en 2011 se abrió el mercado a los operadores de apuestas online, en España el número de casos de juego problemático entre los menores de edad no ha dejado de crecer. “La ludopatía es una adicción en la que un altísimo porcentaje recae y quienes la padecen en mayor medida son nuestros jóvenes”, concluye el investigador.
En caso de sufrir algún tipo de adicción la Línea 141 de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR) se encuentra disponible todos los días durante las 24 horas, brindando orientación y acompañamiento en cualquier punto del país, de manera anónima y gratuita.
Reviví el taller Transferencia tecnológica en relación a instrumentos de evaluación y protocolos de intervención en el trastorno por juego en marco de Open Lab.