Secretaría de Investigación
Violencia de género digital en ascenso
10 de noviembre de 2022
Salvador Samper, presidente y fundador de OEDI, Observatorio Español de Delitos Informáticos, estuvo en Siglo 21 en el marco de Ciencia 21. En esta jornada que vincula ciencia y desarrollo socioproductivo, realizó un análisis y repaso de la situación actual en cuanto a crímenes que afectan la ciberseguridad.
En la sociedad hipertecnológica actual, los delitos cibernéticos han crecido de manera exponencial en los últimos años y la pandemia ha sido el espacio propicio para que eso suceda. Un estudio reciente realizado por el INTOCC, International Observatory of Computer Crime, revela que casi 330 millones de personas en 10 países ha experimentado delitos cibernéticos en el primer año de la pandemia. De estos crímenes, las principales víctimas son mujeres, niñas, niños y adolescentes que han visto afectado su bienestar emocional y físico por haber experimentado diversos tipos de delitos en línea.
Según datos obtenidos del OEDI, cada 39 segundos se comete un ciberataque a nivel mundial y las principales víctimas de estos ataques son mujeres: “es importante trabajar desde lo humano y poder diferenciar los delitos que se cometen. No es lo mismo una estafa por una compra que un delito en el que una mujer o una niña puedan ver afectadas su integridad física y emocional”, relata Samper.
La violencia digital es cualquier tipo de conducta que le produce a otra persona algún sufrimiento físico, económico o psicológico a través de medios electrónicos. Cuando estos daños son ocasionados hacia las mujeres, se conoce como violencia de género digital. Los delitos que sufren las mujeres son el acecho y el control, la diseminación no consentida de imágenes, la sextorsión que es la extorsión con la utilización de imágenes íntimas, el acoso sexual online, el abuso de niños y adolescentes a través de la pornografía infantil o cualquier forma de pedofilia, el robo de identidad y la piratería maliciosa.
La virtualización de diversas actividades facilita este tipo de conductas criminales que muchas veces son utilizadas en la captación de mujeres vulnerables, inclusive para la trata de personas. Luciano Monchiero, director de la Especialización en Cibercrimen de la Universidad Siglo 21, explica que “las redes sociales son los medios preferidos para llevar adelante estas acciones y que sucede indistintamente en todas ellas, incluyendo los correos electrónicos”. Y agrega que “muchas veces los niños, niñas y adolescentes naturalizan la producción y envío de fotografías íntimas, sin tener conciencia del peligro que ello significa”.
Este tipo de delitos representan un gran desafío ya que pueden cometerse desde cualquier parte del mundo y resultan muy difíciles de localizar. Es por ello que la comunicación y el trabajo en conjunto son una poderosa arma contra estos delincuentes invisibles, lo mismo que entender la ciberseguridad como política pública.
Además, Samper, hace referencia a la importancia de la toma de conciencia: “es muy complicado pensar que estamos en peligro si no nos damos cuenta de ello. El ejemplo claro es que, para conducir, se necesita ser mayor de edad y tener un carnet habilitante. En cambio, les brindamos a niños, niñas y adolescentes teléfonos móviles sin que para ello medie una enseñanza de que pueden ser vulnerados/as a través de los mismos”. La toma de conciencia aplica a todas las personas sin mediar su género o edad, ya que es necesario pensar los riesgos que existen en línea a toda hora.
“El reto es desde ahora mismo hacia el futuro. Las universidades son la raíz principal de este árbol del conocimiento en la cual la sociedad debe recoger los frutos desde todas las áreas y trabajar para combatir este mal que aqueja a millones de personas en todo el mundo”, concluye el especialista español en relación a cómo debe pararse la sociedad de cara a esta temática.
Escuchá a Salvador Samper en Ciencia 21 acá