Ciencia 21: la articulación entre inteligencia artificial y políticas públicas

El pasado 1 y 2 de noviembre, Universidad Siglo 21 vivió una nueva jornada de Ciencia 21, una instancia que vincula a la academia con el sector socioproductivo. Durante ambos días se organizaron diferentes mesas de debate y talleres con el propósito de reflexionar en conjunto sobre la actualidad y el futuro de las sociedades. En ese marco, se llevó adelante la mesa “Inteligencia artificial, ciencia y políticas públicas”, que contó con la participación de especialistas de la administración pública y de la universidad.

El eje de la charla giró en torno al impacto de la ciencia en la generación de políticas públicas, puntualizando en la creciente injerencia de la Inteligencia Artificial durante los últimos años. En este sentido, la mesa reflexionó sobre el rol del uso de la tecnología en el diseño de estrategias destinadas a mejorar la calidad de vida de las y los ciudadanos.

La persona en el centro y la tecnología a la par

Según Hugo Álvarez Sáenz, miembro de la Unidad Especializada en Litigios Complejos del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, “la persona humana debe estar en el centro del escenario, la ciencia y la tecnología al lado en una actitud dialógica y horizontal a través de la transdisciplinariedad del conocimiento”.

“La IA no te soluciona todo, es una alternativa más que se consolidó y que está proyectada, pero que tiene las mismas incertidumbres que el resto de la ciencia y que todavía depende de la gente y de los cerebros biológicos”, sostuvo el especialista al tiempo que agregó: “Que los científicos e investigadores sigan estudiando la mejor IA, pero que los humanos sigamos tratando de mantener el antropocentrismo del ser humano en el centro del escenario”.

En la misma línea explicó que “somos seres biológicos, nos manejamos con afectos e intuiciones que todavía no pueden ser replicados”.

La IA aún no puede razonar

A su turno, Gustavo Saín, Asesor del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, precisó que “la IA es útil y sirve, es un sistema que tiene una mayor capacidad de procesamiento de datos que la mente humana, pero que no puede razonar”. “Creo que en algún punto se le pone demasiada expectativa a un área que todavía está en desarrollo”, aseguró.

Tecnología para mejorar la calidad de vida

Luciano Crisafulli, Director General del Laboratorio de Innovación Pública y Social de la Municipalidad de Córdoba, coincidió en que la persona debe estar en el centro y la tecnología debe servir como “un instrumento que nos puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas”.

“Las nuevas tecnologías permitieron que las nuevas organizaciones, llamadas organizaciones exponenciales, se apalanquen en la tecnología para conocer y observar al usuario o a la persona”, precisó el especialista al tiempo que agregó: “Estas organizaciones lograron entender bien lo que el usuario necesita y mejorar su experiencia”

Según Crisafulli, es posible hacer uso de esa tecnología “para conocer, por ejemplo, la experiencia del vecino en el uso de los espacios públicos y tener información rápida sobre cómo podemos mejorar ese espacio para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”.

Gestionar el conocimiento

Fernando Frías, Director de la Maestría en Inteligencia de Negocios y Exploración de Datos de Siglo 21, sostuvo que “la tecnología no se aprende porque la tengo en la mano o porque uso una red social”, sino que el desafío está puesto en “cómo desarrollamos las habilidades para gestionar el conocimiento de lo que tenemos en la mano”.

“Estamos viviendo una transformación de la sociedad en períodos de tiempo muy cortos que difícilmente otras generaciones hayan vivido ese proceso de transformación tan rápido”, precisó. Asimismo, sostuvo que “cuando hablamos de IA estamos hablando de un montón de aplicaciones y escenarios”, en tanto que “hoy el desafío no es solo lo que la tecnología nos permite hacer, sino cómo acompañamos ese proceso de transformación”.

Intercambio, debate y reflexión

Además de la mesa Inteligencia artificial, ciencia y políticas públicas, se vivieron otras rondas de disertación en la que se compartieron conocimientos y experiencias. De este modo, se dio un interesante intercambio con el propósito de trabajar de manera conjunta entre la academia y el sector socioproductivo en pos de buscar soluciones científicas que potencien el desarrollo social y económico.