Diálogo con Alejandra Malem: “El colectivo travesti-trans ha sido excluido históricamente de todos los derechos”

Estoy convencida de que las políticas públicas son la mejor herramienta para eliminar la violencia contra el colectivo travesti-trans, un colectivo que históricamente a lo largo de toda su existencia vivió la violencia institucional, estatal y social de manera transversal.

Sumado a esto, la educación es una herramienta fundamental para combatir los estereotipos normativos, heteronormativos y patriarcales. La educación como herramienta liberadora hacia la aceptación de las identidades y también hacia las disidencias en general. Incluso hacia las disidencias de pensamiento.

El colectivo travesti-trans ha sido excluido históricamente de todos los derechos tutelados por nuestra Constitución y por la normativa internacional. Por eso, desde las organizaciones y desde las activistas, solicitamos, pedimos y reclamamos una ley integral ya. Una ley integral trans que contemple el acceso a todos los derechos que tiene el resto de la sociedad: educación, salud, vivienda, trabajo. Yo creo que es una demanda que nuestra democracia nos debe, que nuestra política y nuestros políticos nos deben.

Asimismo, la reparación histórica a todas las víctimas trans de la violencia institucional, que han sufrido los edictos policiales y que hoy son sobrevivientes.

La expectativa de vida de toda persona trans no supera los 38 años. El responsable de esto es claramente el Estado, que en la formación de sus políticas públicas, históricamente ha vulnerado a nuestro colectivo de la vida social, de la vida cultural y de todas aquellas política integradoras.

Es hora de que, a través de las herramientas de la política, se pueda atacar todo tipo de violencia para nuestro colectivo.

La invisibilización que tenemos en los medios es total. La invisibilización de los actos de violencia hacia nuestro colectivo, que van de las más mínimas hasta los travesticidios, que hoy por hoy no se cuentan en los principales medios de comunicación o se cuentan muy poco, y que eso ayuda a tomar conciencia del verdadero genocidio que ha sufrido nuestro colectivo.

Hasta hace muy poco tiempo atrás en algunas provincias se perseguía a las personas trans. Hoy en día, desde el sistema judicial y las policías provinciales no se tolera a una persona que se autopercibe de manera distinta que su sexo biológico asignado al azar.

Es claro que ha ayudado mucho la Ley de identidad de género. Es claro que ha ayudado mucho el matrimonio igualitario en otro sentido. Pero, apuntamos a una ley integral que contemple todas las necesidades de cualquier ser humano, atendiendo a todas las convenciones internacionales que tutelan los derechos de las personas y titulan los derechos humanos.