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15/07/2025 8 min para leer

La calidad del futuro depende de la amplitud del liderazgo

La calidad del futuro depende de la amplitud del liderazgo
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Un alto grado de inteligencia emocional, a partir de la cual se logra el autodominio, la empatía y la atracción para construir equipos, es uno de los rasgos característicos de los dirigentes que pueden cambiar el mundo.

Por el Mgter. Andrés Pallaro, Director del Observatorio del Futuro de Universidad Siglo 21 | Publicada por Infobae.


En su monumental biografía Tierra Prometida, Barack Obama relata momentos y episodios que lo hacían transitar por emociones contrapuestas mientras ocupaba el trabajo más poderoso del planeta: por un lado, optimismo y esperanza por todo lo que se podía transformar haciendo del mundo un lugar mejor para las personas. Por otro, las dolorosas limitaciones y obstáculos para avanzar con la velocidad y eficacia que los problemas siempre parecían requerir.

Uno de los más elocuentes de aquellos momentos sucedió en marzo de 2010. Luego de muchos intentos diplomáticos fallidos para recrear condiciones de paz en Medio Oriente, el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) logró congregar en una cordial cena en la Casa Blanca a Bibi Netanyahu (Primer Ministro de Israel), Mahmud Abás (Primer Ministro de Palestina), Hosni Mubarak (Presidente egipcio) y Abdalá (Rey de Jordania). Comparte sin reservas Obama el impulso de esperanza luego de aquel convite, cuando líderes tan distintos pudieron coincidir en generosas visiones de futuro y la necesidad de no seguir sometiendo a sus pueblos a conflictos.

Pero a los pocos días, disputas y diálogos cortados volvieron a ser la norma. Los estadistas de aquella noche de concordia volvían a estar atrapados en las restricciones de las circunstancias, adoleciendo de la determinación necesaria para trascender las verdades parciales y las zonas de confort donde tan bien sabían moverse sin arriesgar cuotas de poder.

“Volviendo la vista atrás, a veces pienso en cómo afectan las características particulares de los líderes al devenir de la historia [...] Me pregunto si nuestras inseguridades y esperanzas [...] poseen tanta fuerza como cualquier cambio tecnológico o tendencia socioeconómica”, relata con inusual humildad el ex Presidente Obama.

Su interrogante configura el centro de nuestra reflexión: es la calidad de los líderes la que hace la gran diferencia en la construcción del futuro.

La literatura abunda en ejemplos de grandes líderes como Gandhi, Churchill, San Martín, Mandela o Luther King. Pero son muchos más los que, a pesar de sus buenas cualidades, no lograron ser artífices del futuro. En las últimas décadas el fenómeno del liderazgo se ha expandido y diversificado. Ya no se trata sólo de líderes extraordinarios, sino de líderes de distintas escalas, a partir de la evidencia de que los atributos se pueden aprender y desarrollar, y de la diversidad de problemáticas que necesitamos resolver.

Es el marco de liderazgos amplificados, fabricados por la educación y la experiencia, lo que inclina la balanza hacia líderes como artífices y no sólo gestores. Con Daniel Goleman hemos aprendido que la característica común de los líderes es su alto grado de inteligencia emocional, a partir del cual se logra autodominio, empatía y atracción para construir equipos. Cuando eso ocurre, los recursos se multiplican, las energías se potencian, las resistencias ceden y aparecen resultados incluso en contextos adversos.

Ejemplos como:

  • Toty Flores – Cooperativa La Juanita

  • Mery Lunge – Moconá Maderas y Fundación Universitaria de Oficios

  • Gustavo Rossi – Sindicato Uecara del Interior

  • Lina Hidalgo – Directora Ejecutiva del Condado de Harris, Texas

  • Stephanie Bancel – CEO de Moderna Therapeutics

...muestran cómo el liderazgo transformador actúa en diversas escalas.

Vivimos tiempos de:

  • Cuarta y Quinta revolución tecnológica

  • Pandemias globales

  • Globalización

  • Inteligencias múltiples

  • Problemas éticos de la tecnología

  • Transformación digital

  • Diversidad e inclusión

  • Crisis climática

  • Brechas de desigualdad

  • Economías de triple impacto

Todas ellas son ventanas de oportunidad donde líderes despliegan talentos y coraje para transformar realidades.

Esta secuencia de líderes en expansión enfrenta el gran desafío histórico:

lograr la mayor amplitud y eficacia posibles para alcanzar realizaciones exitosas de cara a un futuro radicalmente distinto.

Es un desafío mayúsculo, pero viable. Como decía Sócrates, cada líder es como un gran partero del futuro. Un líder es quien:

  • Escucha otras voces

  • Convoca a los que saben más

  • Comprende el impacto de sus palabras

  • Toma decisiones racionales

  • Actúa con ejemplaridad

Adam Grant, psicólogo organizacional, lo resume así:

Primera regla del liderazgo: ponga su misión por encima de su ego.
Segunda regla del liderazgo: si no te preocupás por tu gente, a ellos no les importará tu misión.
Tercera regla: si alguien tiene que decirte las dos primeras, aún no estás listo para liderar.”

Con líderes cada vez más listos para liderar, un futuro de alta calidad, prosperidad y bienestar nos espera.

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