General

GEN IA: empresas doble comando y gobernanza responsable

23 de enero de 2025

teamworking-colleagues-implementing-artificial-int-2024-09-19-03-10-08-utc.jpg

Por Magister Carina Marques Bertinatti. Directora de la Maestría en Administración de Empresas de la Universidad Siglo 21.

¿Empresas doble comando?

Los autos con dos volantes suelen ser vehículos diseñados para enseñar a conducir, en los que un volante está habilitado para el instructor y el otro para el aprendiz. De manera similar, la adopción de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) puede dar lugar a empresas de “doble comando”, donde humano e IAG comparten el control. Sin embargo, es el humano quien lidera y toma las decisiones estratégicas. En este modelo de colaboración, la IAG actúa como un copiloto proactivo, proporcionando información, sugiriendo alternativas y asistiendo en tareas específicas, pero sin reemplazar al conductor principal. La IAG ayuda a evitar errores, a aumentar la velocidad de realización de las tareas y a explorar caminos más eficientes, ampliando así las capacidades del humano, quien siempre tiene la última palabra. En esta metáfora del doble comando, el humano conserva el "volante del instructor", asegurando que la dirección final sea tomada con criterio humano, mientras la IAG utiliza el “volante del aprendiz”, complementa y enriquece el trayecto.

Más allá de la metáfora que utilicemos, lo cierto es que la IAG está transformando el mundo empresarial, ofreciendo oportunidades sin precedentes para la innovación y la mejora de procesos. Sin embargo, su implementación responsable requiere un marco sólido de gobernanza y una estrategia clara para gestionar los riesgos y desafíos asociados a esta tecnología.

Gobernanza responsable de IAG y el gap “knowing versus doing”

A pesar de los beneficios que se reconocen hasta el momento de la IAG, según Accenture (2024) existe el riesgo de depender excesivamente de esta tecnología. Para evitarlo, los líderes deben asumir un rol proactivo y adoptar un enfoque estratégico que integre lo mejor de la inteligencia humana y artificial.

Lareina Yee, presidenta del Consejo de Tecnología de McKinsey, sostiene que los modelos probabilísticos que subyacen en esta tecnología pueden amplificar sesgos en los datos de entrenamiento y cometer errores. Por ello, es fundamental que establezcan principios claros sobre cómo aplicar la IAG así como barreras de seguridad para garantizar su implementación segura. Asimismo, es clave contar con un enfoque de prueba sólido. En este sentido, se recomienda que las empresas sometan estos modelos a rigurosas pruebas antes de implementarlos ya que una gobernanza clara es esencial para alinear el desarrollo de la IAG con los valores corporativos.

A nivel global, el informe de McKinsey (2024) destaca que solo el 18% de las organizaciones tienen un órgano dedicado a la gobernanza de la IAG mientras que el 33% reconoce que la concientización sobre los riesgos y los controles para su mitigación son habilidades necesarias para el talento técnico. Por su parte Deloitte (2024), en un estudio global reciente, concluye que los líderes empresarios reconocen la importancia de la gobernanza, el riesgo y la compliance para una adopción responsable, pero están demorados en llevarla a cabo en la práctica.

En Argentina, al igual que a nivel mundial, se verifica el gap “knowing versus doing”, pero la conciencia sobre la necesidad de una gobernanza responsable está en aumento. Según un estudio de IDC (2024) comisionado por Microsoft, más de la mitad de las organizaciones argentinas encuestadas han adoptado políticas para asegurar transparencia, inclusión, equidad, seguridad y privacidad en el uso de la IAG y el 39% declaró contar con principios claros para el desarrollo y el uso responsable. Sin embargo, solo el 21% cuenta con un órgano de gobernanza específico, lo que indica que aún hay un largo camino por recorrer.

Además, los líderes locales reconocen que la adopción de la IAG debe ir acompañada de principios claros y normas robustas que aseguren la confianza del usuario. Sofía Vago, CEO de Accenture Argentina, enfatiza la importancia de usar esta tecnología de manera transparente, inclusiva, libre de sesgos y sin violar la confidencialidad de la información personal, para garantizar un impacto positivo en las personas y en los negocios.

Cerrando la brecha: hacia la construcción de una IAG responsable

La IAG tiene el potencial de redefinir la competitividad empresarial, pero su adopción exitosa requiere más que entusiasmo tecnológico. Las empresas, tanto en Argentina como a nivel global, deben cerrar definitivamente la brecha entre conocimiento y acción, adoptando en la práctica un enfoque de gobernanza responsable que combine tecnología, talento humano y principios éticos sólidos. En un entorno responsable donde la innovación y la ética deben converger, las organizaciones que logren liderar con responsabilidad la disrupción tecnológica (IAG o cualquier otra que la reemplace) serán las que aseguren su sostenibilidad y relevancia en el futuro.