<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=1062231570999072&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
7/07/2025 6 min para leer

La desobediencia de las normas en Argentina y su impacto en las muertes viales

La desobediencia de las normas en Argentina y su impacto en las muertes viales
00:00

Por Gabriel Escanés
La muerte causada por accidentes de tránsito representa uno de los problemas de salud pública más preocupantes a nivel mundial. Hace 25 años, se estimó que morían alrededor de 1,1 millones de personas en el mundo a causa de lesiones de tránsito. Según datos más recientes, en el año 2018, la cifra alcanzó aproximadamente 1,3 millones de muertes por año. No es casualidad que la ONU, entre las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3, haya propuesto “reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo” para el año 2030.

Desde la salud pública, se busca prevenir la mortalidad vial considerando sus causas de origen. Actualmente, los hechos de tránsito que provocan lesiones son entendidos como accidentes, según la definición de la OMS, como un “acontecimiento fortuito, generalmente desgraciado o dañino, independiente de la voluntad humana, provocado por una fuerza exterior que actúa rápidamente y produce lesiones físicas o mentales”.

Esta misma definición fue adoptada por la legislación argentina, donde se indica que se presume accidente de tránsito a todo hecho que produzca daño en personas o cosas como consecuencia de la circulación. Un aspecto fundamental es la intencionalidad del evento, clasificando los traumatismos en intencionales y no intencionales.

Los eventos de tránsito, como accidentes, se entienden como sucesos imprevistos o fortuitos, lo que dificulta el análisis de causas y la prevención. Además, se usa “accidente” para describir lo que en realidad se trata de error humano, excluyendo al sujeto de la cadena causal que termina en una lesión.

La palabra accidente transmite la sensación de que las muertes se deben al destino en lugar de un conjunto de antecedentes comprensibles y posiblemente evitables. Para superar este obstáculo en los estudios de mortalidad, es necesario reemplazar el término accidente de tránsito por evento de tránsito.
Así, se entiende que estos eventos son consecuencia de una cadena causal de hechos, donde el sujeto puede intervenir para evitarlos o mitigar sus consecuencias.

Asumir que existen causas prevenibles permite aplicar estrategias de:

  • Prevención primaria (evitar hechos traumáticos)

  • Prevención secundaria (proteger a los partícipes)

  • Atención sanitaria rápida (posterior a la lesión)

En seguridad vial, los factores de riesgo son acciones, elementos o situaciones que aumentan la probabilidad de choques o atropellos.

Uno de los principales factores está en las conductas de incumplimiento de normas formales por parte de los transeúntes. Una investigación de la Universidad Siglo 21 relevó la percepción del cumplimiento de normas por parte de los conductores.


Sobre el trabajo de investigación Actitudes vinculadas con conductas riesgosas en el tránsito vehicular

Se seleccionaron cuatro normas de la legislación argentina:

  • Vías semaforizadas

  • Señal de PARE

  • Límite máximo de velocidad

  • Prohibición de alcohol al conducir

A 1052 personas se les pidió indicar si en los últimos tres meses habían incumplido alguna de estas normas.

  • 78% admitió no detenerse totalmente frente a la señal de “PARE”

  • 62% reconoció exceder la velocidad máxima

  • 50% admitió consumir alcohol antes de conducir

  • 40% confesó haber cruzado semáforos en rojo

La investigación es concluyente: en Argentina, la mayoría de las personas incumple al menos algunas de las normas de tránsito.

Las conductas riesgosas surgen de la creación de normas propias por parte de los conductores, distintas a las normas formales.
Ejemplo del estudio:

Tengo un grupo de WhatsApp... nos tomamos unas cervezas... si la caminera está, me voy por otro camino donde sé que no hay control.

En este caso, se justifica el consumo de alcohol por la ausencia de control, creando una norma informal que entra en conflicto con la normativa vigente.


En conclusión, el tránsito argentino opera en un sistema normativo mixto, con normas formales e informales que compiten por regular la conducta. Esto genera diferentes niveles de legitimidad y, por ende, variaciones en el cumplimiento.


Gabriel Escanés es Dr. en Demografía por la Universidad Nacional de Córdoba
Investigador de Universidad Siglo 21. Director del proyecto Actitudes vinculadas con conductas riesgosas en el tránsito vehicular.

Pódcast

Episodio de pódcast

Todo Oídos · Mentalidad Disruptiva

Tomá Nota

Episodio de pódcast

Todo Oídos · Mentalidad Disruptiva

Tomá Nota

Episodio de pódcast

Todo Oídos · Mentalidad Disruptiva

Tomá Nota

Episodio de pódcast

Todo Oídos · Mentalidad Disruptiva

Tomá Nota