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7/07/2025 10 min para leer

“Mientras más se expande la tecnología, más posibilidades tenemos de desarrollar la mente humana.”

“Mientras más se expande la tecnología, más posibilidades tenemos de desarrollar la mente humana.”
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Candela Jacob, Niels Wedeltoft, Santiago Flores, Florencia Enrici y María Luz del Valle Rodriguez, estudiantes de Lic. en Periodismo entrevistaron al Fundador y Presidente de Universidad Siglo 21, Juan Carlos Rabbat, referente en educación en el país y el mundo.
La iniciativa fue parte del laboratorio de prácticas “Pedagogía de la escucha: el arte de entrevistar”, coordinado por Celina Morgan, Directora de la carrera.

Durante la conversación, Rabbat les contó cómo imagina el futuro de la educación, sobre su carrera en la política, y la situación que atraviesa el país.

Estudiantes (E): Siendo una persona que ha participado en el ámbito político, empresarial y académico, ¿Cómo fusionó estas tres actividades a lo largo de su carrera?

Juan Carlos Rabbat (JCR): Desde muy temprano en mi vida, la educación fue un medio de vida. Transformarme en “empresario de la educación” fue simplemente darle más escala a algo que hice desde muy joven.

Tengo una fuerte vocación por la educación, y el enseñar sistemáticamente me fue llevando a fundar una academia, después un instituto y por último Universidad Siglo 21, en línea de mi propósito de impactar con la educación en la sociedad donde vivo.

La actividad política sale un poco del marco, pero tiene que ver con el compromiso con construir un país mejor. Ahí tanto la empresa, como la educación y la política confluyen.

Nosotros como Universidad, nos proponemos formar líderes capaces de transformar la realidad, porque nos damos cuenta que el Estado en este momento está en gran medida gobernado por funcionarios que despilfarran recursos públicos y aumentan impuestos, restando la posibilidad de que los privados inviertan.

E: ¿Qué lo impulsó a ser docente?

JCR: Primero, la necesidad. A los 17 años ya había terminado el secundario, buscaba trabajo pero me costaba mucho, hasta conseguir uno, daba clases preparando alumnos. Luego, conseguí en una academia que me contrató como profesor antes de terminar la carrera universitaria.

Pensé: “bueno, en realidad a mí me gusta, lo hago bien y mis estudiantes valoran mi enseñanza”. De repente, mi formación universitaria me dio el background para enseñar matemática, física y química, disciplinas muy áridas, que por lo general cuestan de asimilar.

Poder cubrir esa necesidad me generó una oportunidad, una posibilidad de vida. Había mucha gente que quería estudiar conmigo, entonces armé una empresa, una academia y a los 25 años, ya era una institución con un equipo de docentes y una amplia comunidad estudiantil.
Me di cuenta que, además de ser buen docente, tenía capacidades organizativas. Juntando el producto (dar clase) con la organización, surgió la empresa.

E: ¿Qué rumbo cree que tomarán las instituciones y formas de la educación en el futuro teniendo en cuenta los avances en la globalización?

JCR: Muy interesante tu planteo. Nadie sabe exactamente cómo será el futuro. Uno puede tener hipótesis y teorías, pero lo que sí está claro es que la inteligencia artificial va a modificar sustancialmente los modelos educativos tal como hoy los conocemos.

Antes, muy pocos accedían a la educación. Ahora estamos en una época gloriosa donde la educación se ha extendido hacia toda la población.

En Universidad Siglo 21 ya estamos aplicando aula invertida, modelo de profesor coach, e instrucción mediada por tecnología.
Estamos viendo en Siglo 21 lo que pronto será la norma en casi todas las instituciones educativas.

La inteligencia artificial introduce una variable adicional: los conocimientos estarán fácilmente accesibles en motores de IA.
La tarea del profesor ya no será la misma, sino que será la de mentor/a o acompañante, organizador/a de procesos de aprendizaje.

Su principal función será lograr que los estudiantes aprendan a aprender, accedan al conocimiento, lo codifiquen y lo transformen.

E: ¿Cree que la tecnología juega en contra de la imaginación del estudiante, o pueden ir de la mano? ¿Es positivo?

JCR: Creo que la tecnología ayuda a la creatividad, no la frena.
Los juegos electrónicos son maravillosos para desarrollar la coordinación viso-motora y estrategias.
Desde hace años creo que la tecnología favorece el desarrollo de la inteligencia humana y la creatividad.
La expansión tecnológica nos da más posibilidades de desarrollar la mente humana.

La inteligencia artificial nos traerá desafíos importantes, pero estoy convencido de que sin tecnología no se hubiera podido expandir la educación.

E: ¿Cuándo se dio cuenta que el rol docente debía cambiar de perspectiva?

JCR: Mi primer gran descubrimiento fue que lo que más afectaba a un alumno era la autoestima.
Si un estudiante perdía la confianza en sí mismo, no aprendía más nada.

Apuntaba a recuperar la autoestima, y eso fue efectivo. Descubrían que habían sido víctimas de mala enseñanza y no incapaces.
Recuperar la autoestima se transformó en un dogma que sigo aplicando en Universidad Siglo 21, con más de 85.000 alumnos.

E: ¿Hoy es difícil ser empresario/a en Argentina?

JCR: Muy difícil, por dos cosas: no hay previsibilidad y la inflación destruye la planificación.
Es difícil calcular costos, precios, sueldos.
Afortunadamente, ya estamos acostumbrados a la inestabilidad, pero en otros países, sin inflación, gestionar una empresa es más previsible.

Eso es una ventaja y una desventaja: los empresarios argentinos tienen más posibilidades de triunfar afuera, porque están acostumbrados a los cambios imprevistos.
En el mundo siempre hay crisis: guerras, pandemias, petróleo, etc.
Ahí tenemos una habilidad poco frecuente: resiliencia ante los cambios.

Somos capaces de adaptarnos rápidamente, pero ser empresario es difícil en todos lados.
Se necesita un espíritu particular, estar dispuesto a no tener horarios ni descansos.
Detrás de cada empresario exitoso hay muchas horas de trabajo.

Nuestro país necesita reivindicar el rol del empresario/a, porque así más gente se dedicará a generar riqueza y viviremos mejor.

E: ¿Cuál es su objetivo para Universidad Siglo 21?

JCR: La Universidad va a ser un legado familiar para la comunidad.
Estamos estructurándola para que siga funcionando después de mi muerte, como Harvard, gestionada por comités de notables.

Queremos que Universidad Siglo 21 sea la Harvard de Latinoamérica, capaz de aportar profesionales, ciencia y desarrollo.
Ya somos una universidad diferente, de vanguardia.
Queremos fortalecer la investigación, la extensión educativa, y ser no solo grandes, sino reconocidos por nuestra reputación.

E: ¿Qué consejo daría a jóvenes que piensan en irse del país?

JCR: Las sociedades evolucionadas pasaron por guerras, pestes, cataclismos.
La inmigración argentina vino de épocas violentas como la Primera Guerra Mundial.
Hoy, muchos de esos países son potencias gracias a quienes se quedaron a construir.

No creo que un argentino tenga motivos para irse, sino para luchar por un país mejor.
A mis hijos les digo que se queden y peleen por Argentina.
Si alguien decide irse, que lo haga, pero el desarraigo tiene un precio alto.

E: Gracias por su tiempo y amabilidad.

JCR: Gracias a ustedes. Espero que entiendan el origen de esta Universidad.
Disfruto mucho estos espacios y me alegra que estudiantes estén haciendo esto.
Les deseo el mayor de los éxitos.

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