Un año de crecimiento y compromiso en la investigación
La comunidad de investigación de Universidad Siglo 21 cerró 2025 con una expansión sostenida en su producción científica y con la consolidación de una red académica cada vez más colaborativa y enfocada en el impacto social.
Con más de 70 participantes presenciales y 66 virtuales, el Plenario de la Secretaría de Investigación condensó un año marcado por el diálogo entre disciplinas, el avance de proyectos estratégicos y la convicción compartida de que la investigación es un motor de transformación.
En la apertura, el secretario de Investigación, Rafael Estrada, repasó el recorrido del área y recuperó el sentido profundo del trabajo científico: “Investigar es hablar, con el fundamento de lo que se dice”. Su reflexión destacó la importancia de generar conocimiento riguroso, relevante y capaz de dialogar con las necesidades de la sociedad.
A lo largo del año, publicaciones y proyectos avanzaron en áreas como género, ambiente, salud, tecnología y educación. Los estudios sobre brechas de género y estereotipos culturales indagaron cómo las normas sociales continúan influyendo en las elecciones vocacionales, la distribución de los cuidados y las distintas formas de violencia presentes en la vida cotidiana. Desde miradas locales, sociológicas y empíricas, estas investigaciones aportaron herramientas para fortalecer la equidad y promover prácticas institucionales más inclusivas.
La agenda ambiental también tuvo un rol destacado, con investigaciones sobre incendios forestales, gestión del desperdicio alimentario y el impacto de las leyes de presupuestos mínimos. Estos proyectos reforzaron la urgencia de pensar la relación entre desarrollo, territorio y comunidad desde enfoques interdisciplinarios y éticos, poniendo en conversación la realidad local con debates globales.
La salud y el bienestar ocuparon otro eje central: estudios sobre imagen corporal en adolescentes, dolor crónico, diagnóstico temprano de Alzheimer mediante inteligencia artificial y aplicaciones móviles para la regulación emocional mostraron el potencial de la ciencia para mejorar la calidad de vida a través de la prevención, la innovación y una profunda sensibilidad hacia las experiencias humanas.
En el campo tecnológico y educativo, los equipos avanzaron en inteligencia artificial explicable, ecosistemas computacionales inteligentes y propuestas pedagógicas centradas en los vínculos, la colaboración y la creatividad. Estas líneas abrieron interrogantes y oportunidades sobre el futuro del conocimiento y su aplicación en los distintos entornos formativos.
Durante el plenario, el director de Investigación, Luis Morera, profundizó en el ciclo de vida de los proyectos y presentó un panorama estratégico acompañado de un informe sobre la convocatoria 2025. “Este año consolidamos una comunidad de investigación más sólida, conectada y orientada a producir conocimiento de calidad con visibilidad internacional. Ver cómo todo el ecosistema se compromete con una gestión eficiente y basada en evidencia reafirma el camino que estamos construyendo para fortalecer el posicionamiento de Universidad Siglo 21 en el mundo”, señaló.
El cierre del año dejó una idea central: investigar no es solo producir saber, sino ponerlo en circulación, hacerlo accesible y convertirlo en una herramienta de transformación social.
Universidad Siglo 21 continúa afianzando, junto a su comunidad académica, una ciencia abierta, ética y comprometida con el futuro.
