15/12/2025 4 min para leer

La transición energética como motor de innovación y empleo

La transición energética como motor de innovación y empleo
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La innovación es un pilar fundamental, aunque a menudo subestimado, para el desarrollo económico. Sus impactos suelen materializarse a largo plazo, pero el reciente informe final del Net Zero Innovation Portfolio (NZIP), un programa de inversión en innovación climática creado por el Reino Unido para financiar tecnologías capaces de acelerar la transición hacia las emisiones netas cero, demuestra cómo el apoyo estratégico a la innovación en energías limpias genera valor económico, crea empleo y atrae inversión privada.
Entre 2021 y 2025, el NZIP estructuró una cartera de investigación y desarrollo de tecnologías limpias valorada en USD 1.700 millones, orientada a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas. 
Su balance deja una lección contundente: cuando el Estado invierte estratégicamente en innovación energética, no solo reduce emisiones. También genera empleo, activa cadenas de valor, atrae inversión privada y fortalece la competitividad tecnológica de un país.


Un ecosistema de innovación con impacto real

La magnitud del programa es notable incluso para estándares internacionales. El NZIP financió más de 600 proyectos y articuló a más de 750 universidades, empresas tecnológicas y pequeñas y medianas empresas. Dos tercios de los actores involucrados fueron pymes, señal de que la transición energética no depende únicamente de grandes compañías, sino que también se nutre del ingenio y la capacidad de innovación del tejido empresarial emergente.
Los proyectos abarcaron áreas como almacenamiento de energía, producción y uso de hidrógeno, captura y remoción de carbono, energía eólica marina, y eficiencia energética en edificios e industrias. Muchas de estas tecnologías aún no están listas para su despliegue masivo, pero son decisivas para alcanzar la meta británica de emisiones netas cero para 2050.
El impacto laboral también fue significativo, estas iniciativas generaron 7.500 empleos, de los cuales el 86% se ubican fuera de las grandes áreas metropolitanas, demostrando que la descarbonización puede impulsar el desarrollo regional y revitalizar economías locales.

 

Inversión privada: la prueba de confianza que el mercado necesita

El apoyo público funcionó como un catalizador efectivo, atrayendo más de USD 1.200 millones en inversión total. Este efecto multiplicador muestra que la inversión pública no solo acelera el progreso tecnológico, sino que también genera confianza en el mercado.
Además, el programa facilitó la presentación de 252 solicitudes de patentes, de las cuales 104 ya han sido concedidas, creando propiedad intelectual, ventaja competitiva y potencial de exportación para las tecnologías desarrolladas localmente.

 

Innovación aplicada: de la teoría a la realidad

Los proyectos respaldados desarrollaron, construyeron y demostraron tecnologías que, aunque aún no están plenamente comercializadas, serán esenciales para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Se trata de soluciones prácticas y concretas, como:

 

  • Ensayos industriales para la transición de la manufactura hacia combustibles bajos en carbono.
  • Desarrollo y prueba de tecnologías de almacenamiento de energía de larga duración.
  • Construcción y evaluación de soluciones de captura y remoción de carbono.

Estas tecnologías están siendo validadas en condiciones reales, acortando significativamente la brecha entre el laboratorio y el mercado, especialmente crucial en sectores difíciles de descarbonizar.

 

Lecciones universales

Aunque el NZIP es exclusivamente británico, sus aprendizajes son universales. El informe muestra que, con inversión estratégica, acompañamiento a pymes y una coordinación sostenida entre el sector público y privado, es posible acelerar la transición energética sin comprometer el crecimiento económico.
Para América Latina, este enfoque representa una oportunidad única para desarrollar tecnologías adaptadas a sus abundantes recursos renovables, generando empleo cualificado, atrayendo inversión.

 

Profesionales para la transición

La transición energética no ocurre de forma espontánea. Requiere de profesionales capaces de traducir la innovación en acción, conectando la tecnología con el mercado y aseguran la viabilidad económica y ambiental de los proyectos.
Las oportunidades emergen en almacenamiento de energía, hidrógeno verde, captura de carbono, eficiencia energética, digitalización de la red eléctrica, entre otros, demandan perfiles con una visión integral, preparados para desenvolverse en un ecosistema donde convergen lo tecnológico, lo financiero y lo regulatorio. En este contexto, propuestas formativas como la Especialización en Gestión de Energías Renovables de Universidad Siglo 21[VR2.1] se consolidan como herramientas clave para profesionalizar estas actividades y acompañar el crecimiento del sector.

 

La innovación como inversión, no como gasto

El informe final del NZIP demuestra un principio fundamental: la innovación en energías limpias es una inversión estratégica que genera retornos económicos, sociales y ambientales. Las regiones que inviertan hoy en innovación energética serán las que lideren el mañana. En este camino transformador, los profesionales especializados en la gestión de energías renovables se erigen como protagonistas indispensables de una transición que ya está en marcha.

Director de Especialización en Gestión de Energías Renovables

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